Qué dice tu MRI?

Hoy aprendí de un máquina de MRI.   Hoy se que significa Mirada Reflexiva Interna. Bueno, también significa Imagen por Resonancia Magnética.  Para quienes no se han hecho una resonancia, es una máquina con una camilla que se desliza hacia dentro de un túnel desde donde se obtienen imágenes de la estructura del cuerpo mediante resonancia magnética nuclear.  Los que si se han hecho un MRI, podrían describirla como una máquina para la tortura mental, no apta para claustrofóbicos, inquietos, ni impacientes: una vez dentro, no puedes moverte.  Pienso:  «no soy paciente».

Cuando llega mi turno para mi MRI,  la chica me recibe con: «las dos rodillas y los dos pies? Esto será muuuuy largo”  Y usted sabe que hay mucho ruido, y que no puede mover ni un dedo?  Me repite:  «será muy largo». Me repito: «no soy paciente».

Me entrega mis tapones para el ruido, que, por supuesto, son chinos. Los sonidos son intensos y además erráticos, por lo que no hay forma alguna de ignorarlos. Cambian justo cuando te vas acostumbrando.

Quedo inmóvil y sin móvil; sola con mi Mirada Reflexiva Interna.

Me propongo entrenar la mente a concentrarse a pesar del ruido imponente.

Se me ocurre que no nos hacemos estas MRI’s con mucha frecuencia. Nos enfocamos más en el ruido de voces, creencias, críticas y expectativas—externas y también nuestras. Con razón no logramos escuchar el silencio de adentro. 

Insisto en practicar—porque aún me queda mucho tiempo, y sigo sin mover un dedo. 

Muevo la imaginación y me pongo unos modernos audífonos magenta, uno de esos colores que la gente se inventa.

Los elijo «noise cancelling”, gringos, por supuesto, y pienso…

Noise-Canceling-Headphones

Dos rodillas, dos pies y dos horas después descubro girasoles y la voz de mi yogi. Además, #tbt’s que me hacen cantar y no estan en Instagram. Escucho el piano de mi linda Bella y veo estrellas. En el silencio de adentro descubro que sí puedo ser paciente, que tengo tranquilidad y se donde encontrar mi propia paz. Eso dice mi MRI

La pregunta es: si te haces una MRI, que voces dejarías de escuchar, que críticas podrías descartar, qué ruidos propios podrías ignorar? 

Tu ira es solo neblina

Hoy aprendí de Matthieu Ricard que la felicidad es un hábito de nuestro pensamiento, y que es posible entrenar la mente para ser más felices.

Primero es importante diferenciar felicidad de placer.  El placer depende del tiempo, del objeto y del lugar.  Como un bizcocho de chocolate: ante los ojos es atractivo; comemos una vez y es delicioso; comemos una segunda y tercera vez y puede resultar asqueroso.  El placer se consume a sí mismo mientras lo experimentas.

La felicidad, o bienestar–según la versión de este bioquímico convertido en budista–no es una sensación de placer, sino una sensación de profunda serenidad y realización:  permanece a pesar de todos los estados emocionales, positivos y negativos.  Es como la profundidad del océano, que permanece inmutable tanto en la calma como en la tormenta.

Cómo encontrar esa felicidad profunda y permanente? Pues descubriendo un antídoto general para lo que la amenaza, tal como el odio, la ira, la obsesión.  Cuando sentimos estas cosas, la mente va una y otra vez hacia el objeto de nuestro sentimiento.   Con esto solo reforzamos ese sentimiento.  Y se vuelve un proceso de auto perpetuación. La clave es mirar hacia dentro y no hacia el objeto.

Me recordó una conversación con mi hija Isabella sobre cómo controlar sus emociones.  Me dijo que cuando se enoja, solo ve una nube negra que no la deja pensar y, por tanto, actuar de la mejor manera.  Ricard plantea que si Isabella mira su ira parecería que es amenazante y oscura; sin embargo, si se acerca descubrirá que es solo neblina. Y también sabrá que un pequeño rayo de sol la desvanecería.

angry_cloud

Si miramos hacia adentro una y otra vez, la tendencia a enojarnos irá disminuyendo cada vez, hasta lograr que se disuelva; al final, aunque puede surgir, solo cruza por la mente, como un pájaro que surca el cielo y no deja huella.

Podemos practicar para dejar que las emociones negativas vuelen por la mente y no dejen grietas o creen nubes negras.

La pregunta es:  con el cielo despejado, no es más fácil encontrar ese rayo de luz que tienes dentro?